Crítica de SensaCine.com para La Tribu: Canta y sé feliz

Cuando, con la perspectiva de más de tres décadas, volvemos a ver las comedias que cimentaron la fama de Fernando Colomo nos damos cuenta de que la mayoría de ellas, sobre todo las que partían de guiones originales, han envejecido mucho. Aquellos frescos sobre los primeros años sin Franco y sobre la Transición, los de, verbigracia, Tigres de papel o ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, parecen, vistas en este descreído, puritano y de caza de brujas siglo XXI, productos tan coyunturales y superados como los chistes que las astracanadas de la época (las de Mariano Ozores, por ejemplo) colocaban en sus largometrajes. En cambio, en las producciones (mucho) más comerciales del Colomo de los años 80, en aquellas que adaptaban materiales ajenos de contrastada comicidad, popularidad y éxito (como la de la obra de teatro de Alonso de Santos Bajarse al moro), el oficio artesanal del director (absolutamente probado, eficaz e impecable) encontraba el mejor y más imperecedero vehículo para ser cronista de su tiempo.

Tras unos años en los que Colomo intentó tocar otros géneros y acabó siendo un ilustrador sin chispa, en el 2015 nos sorprendía agradablemente con Isla bonita, una personal (¿autobiográfica?) declaración de principios de alguien que no entendía su entorno, el cine de esta época, y que nos devolvía la frescura de aquella La línea del cielo de hace más de treinta años. ¿Qué aguardar tras este soplo de libertad creativa? Pues lo que ha llegado es La tribu, una suerte de híbrido entre el Fernando Colomo joven y mordaz que maneja con soltura los mecanismos del género cómico (y que le salen mejor teniendo al frente del reparto a ese monstruo llamado Paco León) y el fino observador de unos personajes, una realidad e incluso una moda (la nueva comedia española, seguramente tan a años luz de la que Colomo y Trueba patentaron en la meseta como de la de los Ozores y compañía) que ya puede observar con un distanciamiento muy agradecido.

La tribu toma de una noticia de los periódicos e informativos (lo de Las Mamis) la excusa para retratar la España social post pelotazo y en plena crisis. Lo hace con optimismo (no hay personajes negativos del todo), con esa confianza a prueba de bombas respecto a las personas normales, a la gente de la calle. Vendría a ser un A propósito de Henry sin moralina, con más atención al gag que al mensaje, pero con una capacidad de hablarnos en presente de indicativo mejor que otros cineastas. 

A favor: Paco León está absolutamente divertido. 

En contra: Aunque Manel Fuentes haga de Manel Fuentes, está insoportable.