En 2017, el filme obtuvo el Premio Especial del Público a la Mejor Película en el Festival Punto de Vista y el premio a Mejor Director de Cine Documental en el Festival de Málaga.
Además de este filme que trata sobre su experiencia familiar con la religión, el anterior trabajo de David Arratibel, el documental Oírse (2013), también era de corte autobiográfico, ya que trataba sobre los acúfenos que él mismo padece.
El título del documental, Converso, hace mención a la conversión religiosa, y también al simple hecho de hablar, de conversar.
Según ha explicado el director: “Es una película muy espontánea, que se ha ido haciendo sola, que ha ido creciendo sola durante tres años. Sin apenas presupuesto, solo con la ayuda de los productores donostiarras Pello Gutiérrez y David Aguilar. Un móvil, una cámara. Mucha intimidad. Mi familia y yo, nadie más”.