Benarés (Varanasi) es una de las siete ciudades sagradas del hinduismo. Según esta religión, quien muere en este lugar queda liberado del ciclo de reencarnaciones. Allí se encuentra situado el Templo dorado, dedicado al dios Shivá (dios de la Trinidad hinduista que destruye el universo).
Según su propio director, este filme en realidad habla sobre la vida más que la muerte, pues se centra en "las relaciones que nos convierten en lo que realmente somos".
La película en India estuvo en cartelera cinco semanas -cuando, según el realizador, lo habitual es que las únicas películas que se mantienen son las superproducciones de Hollywood o Bollywood- y recibió buenas críticas. "Tenía la intención de hacer una película para todos y esperaba que los espectadores sintieran ganas de llamar a sus familiares al salir del cine", ha asegurado el director Shubhashish Bhutiani, contento con la recepción que ha tenido en su país.