Opiniones sobre Burning

Cuando las vidas de tres jóvenes con distintos conflictos y problemas (familiares, psicológicos, existenciales) se encuentran, el resultado no puede ser otro que un siniestro de llamas. El cine surcoreano nuevamente viene a encantarnos con una película existencial de hermosos atardeceres, donde la búsqueda del placer que llena de sentido la vida es el eje central de la historia. El resultado es un film poético, tenso, crítico, extasioso y sobre todo un ejercicio reflexivo sobre la juventud en sociedades cada vez más desarrolladas e hiperconsumistas.

Este asombroso thriller, de construcción lenta, del director surcoreano Lee Chang-dong, chisporrotea con un poder acumulativo que te dejará sin aliento. La quema comienza como un romance al estilo de The Talented Mr. Ripley cuando el pobre muchacho Jongsu, un aspirante a escritor interpretado por Yoo Ah-in, cae bajo el hechizo de Haemi (Jun Jong-seo), un espíritu libre con atuendo escaso que ataca. Productos en las calles. No recuerda que alguna vez fueron compañeros de la escuela; ella recuerda que él la llamó "fea" en ese entonces. Jongsu está atrapado en el país cuidando de la destartalada granja cerca de la frontera con Corea del Norte, que es propiedad de su padre de mal genio, quien fue arrestado por un cargo de asalto contra un vecino. Pero después de que la pareja tenga relaciones sexuales en su pequeño apartamento, él se siente tan atraído por la joven que está de acuerdo en cuidar a su gato, Boil (lo encontró en una sala de calderas), mientras ella estaba de vacaciones en África para alimentar a su "gran hambre "por la experiencia de vida. Al visitar el apartamento de Haemi todos los días, Jongsu se masturba mientras mira por la ventana a un mundo más amplio que parece estar más allá de sus posibilidades.

¿Es un triángulo amoroso, un misterio de asesinato o un comentario sobre la condición humana? Como sea que llames a este asombroso thriller de construcción lenta del director surcoreano, Lee Chang-dong, chisporrotea con un poder acumulado que te dejará sin aliento.

Este asombroso thriller, de construcción lenta, del director surcoreano Lee Chang-dong, chisporrotea con un poder acumulativo que te dejará sin aliento. La quema comienza como un romance al estilo de The Talented Mr. Ripley cuando el pobre muchacho Jongsu, un aspirante a escritor interpretado por Yoo Ah-in, cae bajo el hechizo de Haemi (Jun Jong-seo), un espíritu libre con atuendo escaso que ataca. Productos en las calles. No recuerda que alguna vez fueron compañeros de la escuela; ella recuerda que él la llamó "fea" en ese entonces. Jongsu está atrapado en el país cuidando de la destartalada granja cerca de la frontera con Corea del Norte, que es propiedad de su padre de mal genio, quien fue arrestado por un cargo de asalto contra un vecino. Pero después de que la pareja tenga relaciones sexuales en su pequeño apartamento, él se siente tan atraído por la joven que está de acuerdo en cuidar a su gato, Boil (lo encontró en una sala de calderas), mientras ella estaba de vacaciones en África para alimentar a su "gran hambre "por la experiencia de vida. Al visitar el apartamento de Haemi todos los días, Jongsu se masturba mientras mira por la ventana a un mundo más amplio que parece estar más allá de sus posibilidades.

Cautelosa, pero inquietante. Un thriller fuera del cliché, con un ritmo único.

"Buh-ning" es una historia de amor protagonizada por tres psicóticos, tres personajes por los que difícilmente puedas sentir empatía. Jongsu, un mediocre que arrastra la falta de cariño familiar. Haemi, un ser perdido, una "gran hambrienta". Y Ben, un cínico aburrido de no tener necesidades.
Lee Chang-Dong, tras su anterior película, la bellísima Shi (Poetry), demuestra que puede cambiar de registro con un thriller incómodo que genera malestar desde el primer minuto, con su cámara en mano, su sonido ambiente y su fotografía hiperrealista. Un thriller en el que subyace la búsqueda de sentido por parte de sus protagonistas, quienes con gusto quemarían todo lo que les rodea y no les reconforta, sin importar las consecuencias.
Muy recomendable.