Crítica de SensaCine.com para Ventajas de viajar en tren: La conjura de los necios

Uno de los mayores aciertos de la repleta de aciertos puesta en imágenes de la novela de culto de Antonio Orejudo es que haya convertido una historia de historias no en una excusa para un (conectado) ómnibus de relatos bizarros, sino en una compactada unidad, en un hipnótico viaje hacia la más ácida locura al que se subiría con gusto (y con un bonotren) el mismísimo David Lynch. Aritz Moreno, director de esta Ventajas de viajar en tren cinematográfica, y Javier Gullón, su guionista, son capaces de dotar a cada estación/capítulo de un estilo diferente para que a su vez tengan una unidad formal y visual. Así, cuando al principio del film Pilar Castro (¿estamos ante el papel –en cine- de la vida de la actriz, con permiso de El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo) se convierte en la oyente de un Ernesto Alterio con un aspecto entre John Carradine y Peter Cushing, podríamos pensar en uno de aquellos largometrajes de terror producidos por la británica Amicus (Condenados de ultratumba, Refugio macabro…).

Ese extraño en un tren comenzaría a encadenar diferentes cuentos y nosotros a padecerlos/disfrutarlos. Hay algo de eso en la película de Moreno, pero mucho, muchísimo más de la fascinante e hipnótica El manuscrito encontrado en Zaragoza, novelón-enigma de Jan Potocki mutado en film-acertijo de Wojciech J. Has. Un canto a la realidad de la ficción, a su poder revolucionario.

Una carpeta con casos psiquiátricos deviene el gran manuscrito/macguffin de Ventajas de viajar en tren, la excusa para que ante nuestros ojos circulen soldados surgidos de cualquier desmitificadora leyenda centroeuropea, dramas sangrientos y caninos isabelinos, tramas de espionaje y conspiranoia que alegrarían la tarde a Philip K. Dick o a Dennis Potter, alucinaciones gore Hershell Gordon Lewis en el mal entendido misógino universo de Marco Ferreri y comedia ionesca quijotescamente defendida por un reparto que se entrega a tumba abierta.

La mejor actitud para que llegue a destino una de las propuestas más radicales de nuestro cine en los últimos años. Destinada a no dejar a nadie indiferente, a molestar, a perturbar, a irritar y a sacar del armario al gremio coprófago, todos son ventajas en este viaje en tren.