Louis es un recluso de máxima seguridad que lleva 24 años encerrado en prisión por un violento crimen que cometió cuando era joven. Sin embargo, este recluso podría estar a punto de salir de la cárcel para enfrentarse al incierto futuro que le espera. Antes, sin embargo, conoce a Beech, un nuevo prisionero que le ofrece una más que necesitada amistad. Lo que Louis no sospecha es que su nuevo compañero está en el mismo centro que su antiguo socio, un hombre que despertará en Louis unos instintos que ya creía muertos.
Las escenas en prisión contenían muchos reclusos reales que interpretaban un papel.
Entrando a prisión
Por algún motivo, la directora de O.G., Madeleine Sackler, tenía la necesidad de realizar proyectos que tuvieran que ver con prisiones. Además de la citada película, Sackler rodó en el mismo año el documental It’s a Hard Truth Ain’t It.
Una salida común
Tanto O.G. como It's A Hard Truth Ain't It se estrenaron en el Festival de Tribeca.