Los reyes del crimen

Cinco estafadores tienen la intención de vaciar las arcas del casino Riviera de Las Vegas. Una convención de fans de Elvis Presley va a celebrarse allí, así que el disfraz perfecto para pasar desapercibidos entre la multitud de aficionados es el del Rey. El cerebro de esta pequeña banda de maleantes es Michael Zane, un exconvicto que ha orquestado minuciosamente el golpe con su compañero de celda, Thomas J. Murphy, que resulta ser un peligroso psicópata. Pillados in fraganti, los ladrones pasan al plan B: salir del casino con el botín, cueste lo que cueste. Armados con pistolas, se abren camino entre los guardias de seguridad. El robo se convierte en una masacre, pero los cinco criminales consiguen escapar con 3,2 millones de dólares. Se dividen el botín antes de marchar cada uno por su lado, pero Hanson impugna el reparto. Irritado, Murphy le mete una bala entre los ojos. No duda tampoco en matar al resto de sus cómplices para apropiarse de todo el botín. Sin embargo, Michael había previsto que su compañero podía jugársela y se había protegido con un chaleco antibalas. Se las arregla para escapar con el dinero rumbo a Canadá, lo que da lugar a una salvaje persecución entre los dos hombres.