Crítica de SensaCine.com para Esto va a doler: Ciencia ficción para el amor

En la película de Christos Nikou se ha creado una máquina que puede analizar si los dos miembros de una pareja están realmente enamorados. Para ello se arranca una uña, ya que los primeros síntomas de los problemas del corazón se manifiestan en ellas. De ahí que el dedo vendado sea como una letra escarlata, una señal que marca que tú y tu pareja habéis pasado por tal procedimiento.

En Esto va a doler, la prueba se lleva a cabo en Instituto del Amor, donde Anna comienza a trabajar. Ella ya se sometió en el pasado al eexamen con su novio Ryan y el resultado fue positivo. Anna y su mentor Amir no solo arrancan uñas, también ayudan a las parejas a su cargo a que den positivo. Y mientras llevan a cabo su trabajo ellos también van sintiendo cosas el uno por el otro.

Es con el trío protagonista formado por Jessie Buckley, Jeremy Allan White y Riz Ahmed -tres de los mejores actores de nuestra generación- con el que Nikou hace que Esto va a doler sea una película interesantísima de cara a debatir sobre las relaciones románticas. El cineasta busca ser heredero del Yorgos Lanthimos de Langosta, una obra maestra del director griego que satiriza las relaciones románticas con la ciencia ficción como excusa. Aunque ambas películas tienen momentos cómicos, Langosta es mucho más mordaz que Esto va a doler. Nikous, lamentablemten, no logra aprovechar una gran idea y un reparto de lujo, dejando la película a medio gas.

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