Crítica de SensaCine.com para Sin escape (ganar o morir): Van Damme en fuga

El guionista estrella de los noventa, Joe Ezsterhas, colaboró en este drama que pretendía convertir a Jean-Claude van Damme en algo más que en una estrella del cine de acción. Aquí interpreta a un ex convicto en fuga a quien acoge una atractiva viuda y madre de dos hijos. El hombre duro deviene un protector de la mujer a quien acosa un especulador que quiere quedarse con su terreno y una figura paterna para el niño.

El personaje de Van Damme pretende entroncar con esos héroes masculinos y misteriosos que llegan a un hogar que no les corresponde para cubrir la vacante paterna. Una especie de Shane que ha cambiado el caballo por una moto Triumph. Desafortunadamente, el grosor dramático de la película es el mismo que el del papel de fumar y por momentos incluso resulta harto risible. A Van Damme se le daría mejor, como demostró más tarde, la autoironía.

A favor: el encanto de Rosanna Arquette y la persecución en moto.

En contra: el erotismo forzado de manera harto patosa (Arquette lavando un caballo, Van Damme bañándose todo el rato para lucir torso desnudo…).