Crítica de SensaCine.com para Wyatt Earp: Leyendas alargadas

Wyatt Earp es, sin duda, uno de los personajes más legendarios de la historia de los Estados Unidos cuya trayectoria se ha trasladado en innumerables ocasiones a la gran pantalla. En los noventa, quien acometió la reactualización del mito fue Lawrence Kasdan, que había obtenido éxitos relativos en taquilla con títulos precedentes como Fuego en el cuerpo, El turista accidental y Gran Canyon y que contaba con una solvente experiencia en el western Silverado, donde ya había dirigido a Kevin Costner.

El actor californiano interpreta en esta ocasión al popular "marshal" del Oeste que se vería envuelto en el célebre tiroteo de O.K. Corral con algunos de sus hermanos y con el también archiconocido Doc Holliday, a quien en el filme de Kasdan le da vida Dennis Quaid. Wyatt Earp es un western correcto, con unas cuantas secuencias memorables y bastante notable en el apartado técnico (especialmente su fotografía), pero el conjunto adolece de un ritmo moroso, un metraje excesivo, una irregular interpretación de Costner, así como momentos en exceso grandilocuentes y subrayados por las composiciones de James Newton Howard. Y, también, a fin de cuentas, la sombra de la Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946) de John Ford y Henry Fonda es tan alargada...

A favor: Gene Hackman en el rol del padre de Wyatt. Su apartado técnico.

En contra: Su metraje excesivo y su ritmo irregular.