Malas armas

El argumento tiene como principal intérprete a Moon, quien es el máximo responsable de la organización criminal más representativa y destacada en los Estados Unidos, sembrando el caos y el pavor entre los ciudadanos que se interponen en el camino que recorren para cumplir sus objetivos. Su intención es agrupar a los individuos más temibles, despiadados, salvajes y sanguinarios en el interior de un espacio que se caracteriza por ser uno de los más resguardados de toda la región.

Uno de los aspectos que puede complicar su cometido es el hecho de que todos los terroristas a los que pretende reunir han perjudicado a su compañía en más de una ocasión, algo que en un principio podría hacer desconfiar al protagonista de que ello se volviera a repetir. No obstante, decide confiar en ellos y les absuelve de sus diferentes pecados con el propósito de que se involucren en una batalla a vida o muerte entre todos los participantes. Para satisfacer las necesidades y el brutal instinto de los asesinos, Moon ofrece un premio de diez millones de dólares a las tres personas que consigan acabar en pie al final de la pelea.