Son los años 50. Tras haber huido de Europa, Einstein lleva más de veinte años enseñando e investigando en sus aulas. Con todo su prestigio a cuestas, esta celebridad se enfrenta a una de las tareas más difíciles de su vida: emparejar a su sobrina (empeñada en casarse con un genio equiparable a su tío) con Ed, un mecánico que, si bien no da la talla como intelectual, puede hacerla más feliz. Para conseguirlo pondrá su inteligencia al servicio de un maquiavélico plan en el que hará pasar a Ed por un genio a imagen y semejanza de los deseos de su sobrina.
La Crítica de SensaCine
2,0
Pasable
El genio del amor
Einstein casamentero
por Diana Albizu
Lo que no deja de ser una más de las numerosas comedias románticas que Meg Ryan protagonizó durante la década de los 90 pretende añadir el extraño punto de interés de que el romance que vive con un insufrible Tim Robbins esté orquestado entre bambalinas por la ayuda celestina de su tío. Y es que ese tío distraído, dispuesto a encontrarle a su sobrina una media naranja ideal e interpretado por Walter Matthau no es otro que Albert Einstein.No, Matthau tampoco parece creerse del todo que haya aceptado interpretar al físico detrás de la teoría de la relatividad en una comedia romántica de tono amable e inaguantable enredo dramático. Una cosa es que el director Fred Schepisi y el resto de implicados no se preocupen demasiado por la ambientación histórica o dar a Einstein entidad más allá del estereotipo de científico genial aunque excéntrico, pero si deberían haber mostrado mayor dedicación a...