Crítica de SensaCine.com para Jóvenes aventureros: Demasiado hermanos

El realizador canadiense William Dear, que dirigió algunos entrañables títulos entre finales de los ochenta y principios de los noventa, como Bigfoot y los Henderson y Agente juvenil, ha mantenido a lo largo de su trayectoria cierto vínculo con tramas que manifestaban un interés de hermanamiento con la naturaleza “salvaje” y diferentes especies que la habitan.

Jóvenes aventureros, curioso cruce entre el registro documental de la naturaleza y comedia con acción, narra una travesía basada en hechos reales y llevada a cabo en los sesenta por tres intrépidos hermanos de Arkansas amantes de la naturaleza, los Stouffer. Les encantan las películas domésticas y los animales y un verano su padre les ayuda a hacer su sueño realidad. Les compra una cámara para que se marchen a la aventura por América y fotografíen aquellos animales que tanto les fascinan. Lástima que el filme acabe resultando más un vehículo para el lucimiento de sus “estrellas adolescentes” y resulte, en varios tramos, inverosímil de tan buenista.

A favor: Logra mantener un ritmo.

En contra: Cierto “triunfalismo” yanqui, su excesivo buenismo y algunos énfasis sensibleros de más.