El detective

El Padre Ignatius Brown, párroco a tiempo completo y detective a tiempo parcial, tiene la misión de transportar a Roma una reliquia perteneciente a su iglesia, una cruz medieval que estuvo en el poder de San Agustín.

En el camino desde Londres a la capital italiana entabla conversación con otro cura, con quien comparte sus sospechas sobre otro de los pasajeros, el señor Dobson. Pero sus sospechas acaban siendo erróneas cuando el cura acaba siendo Gustave Flambeau, un ladrón profesional de obras de arte.

Negándose a trabajar con la policía, el Padre Brown decide investigar y seguir al ladrón por su cuenta ya que se pone dos objetivos: devolver la cruz de San Agustín a su destino y salvar el alma de Gustave Flambeau, haciendo que abandone su forma de vida como ladrón y así evitar que acabe en prisión.