Visionarios

Semanas después de proclamarse la Segunda República en España, en la pequeña localidad guipuzcoana de Ezkioga tiene lugar unas apariciones marianas que revolucionan a la tranquila comarca. Un grupo de jóvenes contempla a la virgen, ataviada con un manto negro y una espada y entre lágrimas, que les augura el final de una etapa y el comienzo de una trágica guerra. Conmocionados, y sin dar crédito, los jóvenes marchan al pueblo para contárselo a la gente.

A los pocos días, a Ezkioga empieza a venir multitud de curiosos, creyentes y escépticos que quieren conocer el lugar donde se apareció y a sus visionarios. A pesar de todo, la Iglesia no da cuenta de ello y al tiempo la gente empieza a dejar de frecuentar el pueblo en busca de más apariciones. La historia ocurrida en Ezkioga fue el origen de la novela "Los visionarios" (1932) de Pío Baroja, de la que basa los hechos la película de Manuel Gutiérrez Aragón.