Consiguió alzarse con el Gran Premio del Festival de Cannes Junior 2002 y se presentó en la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián 2002.
Adèle Haenel, que interpreta a Chloe, fue escogida cuando la vieron en un curso del teatro de Montreuil. En cuanto a Rottiers, actor que encarna a Joseph, fue descubierto mientras patinaba bajo el metro de Stalingrado.
Se trata de la segunda película del director de El chico de Chaâba (Le Gone du Chaâba), Christophe Ruggia,
quien tardó tres años en escribir el guion en colaboración con Olivier Lorelle, basándose en la experiencia del primero como cuidador de un hogar infantil.