Crítica de SensaCine.com para El pueblo de los malditos: Los niños que querían dominar el mundo

La primera versión que se realizó de la novela de John Wyndham, perpetrada por Wolf Rilla, se ha convertido con el paso del tiempo en una de las obras maestra clásicas indiscutibles del cine de ciencia ficción y terror. Y es que 'El pueblo de los malditos', contiene algunas escenas míticas que han pasado a instalarse dentro del subconsciente popular y han quedado ahí incrustadas como absolutamente reconocibles. Con un estilo sobrio y minimalista, el director lograba crear inquietud en cada uno de los planos, a través de un trazo formal tan cerebral como la propia mente de los niños malditos nacidos para dominar a los seres humanos de un pueblo perdido de la América profunda.

Muchas de las películas de serie B de ciencia ficción o terror de los cincuenta y sesenta, detrás de la superficie, escondían potentes reflexiones políticas o alegorías sociales en torno a las preocupaciones de los ciudadanos del momento. Si 'La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) se convertía en una crítica al pensamiento único y a la ideología manipuladora, 'El pueblo de los malditos' podría configurarse como una metáfora en torno a la idea de Hitler de la super raza, con las consecuencias que ello implicaría, en esta ocasión, con el inquietante añadido que supone tener que otorgarle el poder a unos niños malévolos que controlan los pensamientos a través de la mente. No se me ocurre ningún arma más poderosa y escalofriantes para dominar el mundo.

A favor: Lo icónico de sus imágenes, su poder metafórico.

En contra: Que se conozca más la versión de John Carpenter.