Antes de amanecer

Richard Linklater se introdujo de lleno en el cine indie norteamericano con la excelente Slacker en 1991 a la que siguió la no menos notable Movida del 76, dos obras complementarias aunque diferentes alrededor de la adolescencia que mostraron a un cineasta de amplio espectro a la hora de enfrentarse a la construcción visual y la puesta en escena. Con su siguiente película, Antes de amanecer, Linklater regresa al mundo juvenil mediante una obra que toma ciertos modelos del cine comercial más convencional del chico-conoce-chica (o viceversa) para construir una película que juega con el tiempo y el espacio, con la relación de los cuerpos entre sí y con la ciudad que transitan, con unos excelentes diálogos que van más allá de la mera acción. Así, Antes de amanecer acaba alzándose como una experiencia en todos los sentidos que el propio Linklater logró superar con creces en Antes del atardece