Un final made in Hollywood

Val Waxman, un director de cine que conoció la gloria durante los años ochenta, en la actualidad solo dirige anuncios publicitarios. En Hollywood, algunos lo consideran un artista, un intelectual o un maníaco perfeccionista, mientras que otros lo tienen por un provocador, un neurótico egocéntrico y un hipocondríaco incurable. Val acaba de ser despedido de su último rodaje en Canadá y se considera un fracasado, pero su exmujer, Ellie, le ofrece una inesperada oportunidad para recuperarse: Le sugiere al poderoso productor Hal Yeager, su jefe y amante, que le confíe a Val la dirección de una película de sesenta millones de dólares: “La Ciudad que Nunca Duerme”, una oda a su ciudad favorita: Nueva York. Convencido por su agente, Al Hacks, Val acepta el contrato en el último momento. Pero un “problemilla” surgirá el día anterior al rodaje.