Este largometraje, basado en la obra de teatro de Lucille Fletcher, cuenta la historia de Ellen Wheeler (Elisabeth Taylor), una joven ama de casa que acaba de perder a su marido en extrañas circunstancias. Poco tiempo después de lo sucedido, conoce a John (Laurence Harvey), con quien, sin apenas conocerle, decide unirse en matrimonio. Ella, infeliz y sintiendo cómo la soledad se apropia, cada vez más, de su mente y también de su cuerpo, se pasa las noches en vela frente a la ventana de su apartamento, con el único objetivo de conseguir evadirse de esa dura realidad. Durante una de esas insufribles noches de insomnio, la existencia de Ellen da un giro de 360 grados cuando presencia un homicidio en la casa de enfrente. Cuando la policía llega al lugar del crimen no encuentra huella alguna que pueda explicar el terrible suceso. Es ése el momento en el que todo se complica, ya que no hay cuerpo, no hay nada que pueda evidenciar que ahí, frente a su apartamento, ha ocurrido ese supuesto asesinato; aquél que parece haber presenciado la señora Wheeler y que nadie más puede corroborar que haya sucedido.
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