Nueve reinas es una película que haga pensar a los espectadores. Tiene lugar en Buenos Aires con dos hombres engañosos, Juan y Marcos, que necesitan dinero y pronto. En las 24 horas que pasan durante la película, no hay ningunas proezas maravillosas ni ningunas persecuciones automovilísticas con armas, pero la acción nunca para. Los hombres son afrontados con la oportunidad de sus vidas cuando se da la chance vender una copia de unas estampillas valiosas a un coleccionista rico. Aunque Juan recién conoció a Marcos, decide confiar en el para que puedan trabajar juntos y ganar el dinero. Marcos dice que pueden trabajar bien juntos porque él tiene la experiencia vasta y porque Juan tiene una cara confiable.
Mientras desarrolla la trama, se muestran unos estafadores en las calles que engañaron en maneras que pasan cada día. Marcos explica a Juan que esas personas son los criminales reales. Con la inclusión de lo diario, lo real, lo ordinario se confunde con lo extraordinario que puede ser visto por el gran engaño increíble y arriesgado de Juan y Marcos. Los hombres encuentran varios obstáculos y mientras Juan ve la manera en que Marcos trata a su familia y sus compañeros, sigue dudando la lealtad y la confianza de Marcos y de cada persona con quien encuentran los dos hombres. Y al fin cuando parece que se pierde toda la esperanza, la audiencia también se pregunta quien puede ser confiado.
Esta película muestra la vida diaria y natural en una manera que limita lo fantástico. Se recalcan las tramas de la vida diaria como el amor, la inestabilidad fiscal, la familia y su responsabilidad a ella. Se trata en el engaño, pero también se usan las reglas de los engaños o las ilusiones para elaborar la trama también. Por ejemplo, el objetivo del engaño es distraer a la gente en la audiencia para que no vean el mecanismo del truco. Durante la película, la audiencia está tan distraída por lo que hace Marcos y por su personalidad tan sospechosa, que no se da cuenta quien hace el engaño más grande de todos.
Aunque la película es una porteña y es en español, los temas de ella pueden ser aplicados a todo el mundo. Lo difícil es que el idioma en que hablan no sólo es español, pero es español de Buenos Aires que es un poco más difícil entender para algunas personas por la jerga. Además, es una lástima que tantas personas no ven las películas que no son de Hollywood porque estereotípicamente son “peor en calidad”. Por lo menos, en este caso, no es la verdad. Esta película es brillante y debería haber tenido más éxito a pesar de su dialecto o su origen. Por favor, tome el tiempo verla; indudablemente vale la pena.