Cementerio viviente dos

El joven Anthony y su padre Chase Matthews se trasladan a su nueva casa que está situada en el pueblo de Ludlow, en el estado de Maine, después de que Anthony contemplara cómo su propia madre, la actriz Renee Hallow, que estaba divorciada de su padre, muriera electrocutada delante de sus ojos. Su nuevo hogar está en la localidad donde nació su padre, que se dedica a la veterinaria y que quiere rehacer la relación con su hijo. En su nueva escuela Anthony conoce a un nuevo amigo, Drew Gilbert, un gordito muchacho que tiene más de un problema con su padrastro Gus, el sheriff de la localidad y que decide matar al perro de su hijo de un disparo. Como hay una leyenda que dice que en un cementerio indio cercano se puede revivir a los seres muertos, Anthony y Drew llevan al can para que recobre la vida.