Atracción diabólica

La vida de Allan Mann se transforma completamente un día cualquiera, de improviso, cuando sale a la calle en bicicleta y le atropella un coche. Como consecuencia de ello queda cuadraplégico, ya no puede valerse por sí mismo al quedar inmóvil de todas las partes del cuerpo, salvo de la cabeza. El resto de los días de Allan están destinados a ser vividos paralizado desde una silla de ruedas, así que dentro de un programa de ayuda a minusválidos se le pone como ayuda a un pequeño mono capuchino, Ella, al que se le entrena para que le apoye en todo lo que necesite. El estudiante de medicina y su amigo Geoffrey Fisher cree que se puede aumentar la inteligencia del simio inyectándole células de cerebro humano, y así ocurre, además de aumentar el contacto psíquico y mental entre Ella y Allan, lo que hace que uno sepa lo que piense el otro. Y que incluso Ella conozca los celos por los sentimientos entre Allan y la entrenadora de animales Melanie Parker, y hasta los sentimientos de odio hacia la que fuera su novia o su madre, lo que lo convierte en un asesino mortal dispuesto a volverse en contra de su propio dueño.