Crítica de SensaCine.com para Narc: Infiltrados en Detroit

El cine de Joe Carnahan bascula desde el inicio de su carrera entre la gamberrada criminal virtuosa con delirios de tarantinitis y el drama policial serio con destellos de trascendentalismo y pulcritud formal en la línea de Michael Mann. 'Narc', su segundo largometraje, pertenece al último grupo. Busca adentrarse de modo directo en el submundo del narcotráfico y las drogas callejeras de Detroit siguiendo las pesquisas de un oficial de policía que trabajó como infiltrado y vive sancionado tras un incidente del pasado (Jason Patric) y un teniente (Ray Liotta) al que ayuda a encontrar a los responsables del asesinato de su compañero, otro policía infiltrado.

El tratamiento que Carnahan hace de su propio guión es heredero en cierto sentido de la melodramatización del thriller que practicó Mann en 'Heat' y de la concepción de la narración como un cúmulo secuencia del set pieces que puede remitir a los mejores trabajos de Scorsese en el género. El racimo de referentes que llevamos nombrados da una buena idea del principal problema de 'Narc': la dificultad para encontrar una voz propia que no requiera de muletas. El talento rítmico y compositivo de Carnahan es palpable, igual que una curiosa sensibilidad para retratar al protagonista en la intimidad de sus problemas conyugales, pero se echa en falta mayor rotundidad en el discurso de género, la sensación de estar ante un narrador independiente en vez de un sampleador sofisticado.

A favor: La milimétrica planificación formal de algunas secuencias.

En contra: La película agota muy rápido su interés argumental.