Japón

Un hombre (Alejandro Ferretis), del cual no se sabe su nombre, ha llegado al remoto poblado de Ayacatzintla, en el estado de Hidalgo, escapando de Ciudad de México, para pintar y encontrar el tipo de serenidad que sólo la naturaleza le puede ofrecer. Aquí se queda en casa de Ascensión (Magdalena Flores), una anciana viuda india que cocina para él y limpia sus camisas. Ascensión ha vivido esa casa con vistas a un cañón durante cuarenta años, pero su sobrino Juan Luis (Martín Serrano) está reclamando esas tierras. Juan Luis tiene la intención de demoler un edificio que protege la modesta vivienda de Ascensión, para que así que él pueda sacar algo de dinero con las piedras que sostienen la estructura. A medida que el pintor intenta ayudar a Ascensión a luchar por su casa, se desarrolla un deseo por seguir viviendo y por la sexualidad.