Crítica de SensaCine.com para Ty Cobb: Yo inventé el beisbol moderno

Si hay un director en Hollywood que sea un especialista en filmes deportivos, ese es Ron Shelton. Ha tocado multitud de deportes: golf (Tin Cup), boxeo (Jugando a tope) y baloncesto (Los blancos no la saben meter), pero solo sobre uno ha dirigido dos películas, el béisbol. La primera fue Los Buffalos de Durham, un título muy querido por los aficionado al género, y la segunda Cobb, un proyecto ambicioso sobre la vida y milagros de Ty Cobb, jugador que, según los entendidos en el deporte, inventó el béisbol moderno.

La película se apoya en un desigual Tommy Lee Jones, perdido entre el exceso que pide un papel como el de Cobb (un lunático, engreído y peligroso personaje) y esa delgada línea llamada sobreactuación, y juega la baza de los flashbacks, tras una primera media hora donde se presenta a un Cobb anciano y medio loco, para explicar la polémica biografía del famoso jugador. Trillado biopic sobre una estrella deportiva, poco hay que destacar en una película donde todo es formulario y que parece estar dirigida con piloto automático.

A favor: Robert Wuhl como el periodista que acepta contar la historia de Cobb

En contra: un Tommy Lee Jones que a veces roza la caricatura