Crítica de SensaCine.com para El joven Toscanini: El director y la solista

Aproximadamente 30 años después de la muerte del famoso director de orquesta italiano Arturo Toscanini, uno de los más famosos de la primera mitad del siglo XX, Franco Zeffirelli decidió realizar esta película disfrazada de biografía. En vez de tratarse de un biopic, 'El joven Toscanini' fantasea sobre un episodio de la juventud del músico cuando tenía 18 años y se encontraba de gira con una compañía de ópera en Río de Janerio tocando el cello. Allí cogería la batuta por primera vez y dirigiría una sorprendente versión de 'Aída'.

En la versión de Zeffirelli, también se debatió entre el amor de una joven y mesmerizante Sophie Ward y la atracción que genera en él la soprano Nadina Bulicioff (Elizabeth Taylor, digna y rabiosa como ella sola en su penúltimo trabajo para el cine), ídolo de su niñez que ahora ve cómo se apaga su estrella y busca obtener una vuelta a la primera línea por todo lo alto. Con estos mimbres, lo que obtenemos es un drama romántico de época donde la identidad de los vértices del triángulo sólo ejerce un efecto decorativo (glamouroso) sobre los enredos de mente y corazón en los que se ven envueltos. No es ni la mejor ni la más lucida película de Zeffirelli.

A favor: Cómo Elizabeth Taylor parece entender a la perfección la situación crepuscular de su personaje.

En contra: Cuando Zeffirelli se deja llevar por un irrefrenable expresionismo hortera en lo formal.