Crítica de SensaCine.com para Sweetie: Hermanas

Jane Campion es de esas cineastas que no admiten el término medio, su cine se ama o se odia. Ha sido así desde el principio, como también lo ha estado su cuestionado talento tras las cámaras. Para unos un genio, para otros flor de un día, lo mejor que se puede decir de la directora neozelandesa es que su cine no deja indiferente.

Como buen debut, Sweetie es un filme que juega a provocar, a descolocar al espectador. Es una película pensada para llamar la atención. Algo que ocurre gracias a una de sus protagonistas, la Sweetie del título, una joven con problemas mentales empeñada en hacer la vida imposible a todos los que le rodean, sobre todo a su hermana pequeña. Con la licencia que le da ese personaje, Campion juega a superar las fronteras de la corrección política, firmando un filme extraño y curioso sobre una familia disfuncional que vive a las afueras de las grandes urbes australianas. Eso sí, la historia no tiene un rumbo fijo, y es más una sucesión de escenas hilarantes, que un relato con sus tres actos bien diferenciados.

A favor: su costumbrismo freak

En contra: el personaje de Sweetie se hace muy pesado