Crítica de SensaCine.com para La semilla de Chucky: Cría cuervos

Cuando en 1988 Tom Holland dirigió 'Chucky: Muñeco diabólico', creado por Don Mancini, director de 'La semilla de Chucky' en 2004, cuesta creer que preveyeran que el muñeco, tan feo como terrorífico, se convertiría no solo en un éxito de taquilla, sino también en un referente del terror y que daría para otras cuatro películas: 'Chucky: Muñeco diabólico 2', 'Chucky: Muñeco diabólico 3', 'La novia de Chucky', y la que nos ocupa, en la que el susodicho muñeco tiene un hijo con el que acabará enfrentándose. Mancini, que quiere mucho a su creación, lo inserta en un contexto casi metaficcional: Se está rodando una película sobre el muñeco que protagonizará Jennifer Tilly, haciendo de sí misma. En fin, una simple excusa para resucitar a Chucky para que luche con su hijo, quien no quiere seguir los pasos sanguinarios de su padre (aunque tampoco queda claro cuáles sí quiere seguir) aunque en el trayecto de sangre y violencia nos encontramos con una simpática mirada hacia los mecanismos de Hollywood, algo que, no obstante, no justifica ni por asomo esta nueva realización alrededor de un personaje que ya ha dado todo lo que tenía que dar.

A favor: Tilly.

En contra: Que la historia no da para mucho y aun así la alargan.