El rodaje de la película se iba a llevar a cabo en Canadá, pero decidió cambiarse debido al clima, aunque no es comprensible que la llevarán a un sitio igual de frío como Escocia.
Demi Moore no se puede decir precisamente que sea egoísta, de hecho, cuando terminó el rodaje de la película invitó a todo el equipo a 'fish and chips'.
El rodaje se llevó a cabo al norte de Gales, en concreto en la Isla de Llanddwyn, cosa que no gustó entre la ciudadanía autóctona. Dicen estar artos de que todo el mundo quiera grabar allí sobre espíritus.