La mujer de rojo

El protagonista de la película, Theodore Pierce, se siente una persona muy afortunada en la vida: tiene una mujer que le quiere, unos hijos magníficos, se rodea de buenos amigos y un trabajo en el cuál se siente a gusto ejerciendo de publicista. Pero en realidad, es algo aparente.

Su vida se empieza a ver envuelta en un laberinto sin salida, desde el momento en que se encuentra a una mujer despampanante que lleva puesto un vestido rojo bastante tentador.

Desde ese preciso momento, Theodore empieza a sentirse atraído sexualmente por Charlotte.

Un día, Theodore se empieza a volver loco cuando ve a Charlotte encima de un respiradero; su falda empieza a subirse por el aire, y puede contemplar su espectacular cuerpo por encima de las rodillas. La mujer es toda una tentación, tanto como lo fue Marilyn.

Charlotte empieza a convertirse en una obsesión para él y a formar parte de sus sueños más anhelados. La reacción final de su venerada mujer será toda una sorpresa tanto para él como para el espectador.