Crítica de SensaCine.com para Mi querida hermana: Crimen e incesto

El caso de las hermanas Papin, que asesinaron a la mujer y la hija de la casa donde trabajaban, ha propiciado multitud de teorías, especulaciones y ficciones varias. Por ejemplo, 'La ceremonia' de Claude Chabrol se inspiraba en este crimen abordándolo desde una perspectiva actualizada de la lucha de clases.

Sin obviar la evidente lectura de desigualdad social en que se sitúa este hecho acaecido en la Francia de los años treinta, la directora Nancy Meckler prefiere centrarse en la relación obsesiva y enfermiza que presuntamente desarrollaron las dos hermanas. 'Sister my sister' presenta a dos muchachas que, frente un mundo que les ha sido hostil, se refugian la una en la otra hasta derivar en el incesto. Meckler  contrapone la vida infeliz de estas dos mujeres, que tienden a aislarse cada vez más del mundo física y mentalmente, a la de la madre e hija para quienes trabajan. La principal virtud del film es que consigue tratar el asunto con más delicadeza que no sordidez.

A favor: el trabajo de las actrices, sobre todo el de Joely Richardson.

En contra: ese cartel que invita a pensar que nos encontramos ante un film mucho más erótico de lo que es.