Si las escenas son tan impresionantes y realistas en la película es porque el equipo de filmación contrató al campeón Keiichi Tsuchiya como asesor técnico, sus victorias fueron galardonadas incluso con la famoso corona Drift King, premio tan codiciado entre los corredores.
El equipo de rodaje tuvo que adaptar sus propios vehículos para que pudieran llegar a los límites de su capacidad técnica. Un equipo de cincuenta ingenieros estuvieron presentes en los rodajes para llevar a cabo las reparaciones y intervenciones necesarias.
Más de 100 coches fueron destruidos durante la fase de rodaje de esta película.