Tierra de faraones fue la primera película comercial que filmó Howard Hawkes. La razón reside en que Hawks necesitó un descanso de todos los rodajes que tuvo en Europa en los años 50. De hecho, su siguiente western, Río Bravo, llegó cuatro años después, en 1959.
De acuerdo con las canciones del CD original, todas ellas fueron compuestas por Dimitri Tiomkin para evocar a Egipto en toda su expresión. Por ello, las imágenes empastan de forma genuina con la música.
Debido a la dificultad para encontrar cocodrilos del Nilo, el equipo de producción tuvo que trasladar algunos caimanes de Estados Unidos para que cumplieran la misma misión.