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    Indiana Jones y el templo maldito
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    David Filme
    David Filme

    16.229 usuarios 262 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 20 de marzo de 2020
    "Indiana Jones y el Templo Maldito" es una entretenida aunque inferior precuela del instantáneo clásico de aventuras “En Busca del Arca perdida” dirigida y producida nuevamente por el tándem Steven Spielberg y George Lucas. El aventurero arqueólogo Indiana Jones se embarca en la peligrosa misión de recuperar una piedra mágica robada por una tenebrosa secta que practica la esclavitud infantil, la magia negra y los sacrificios humanos a partes iguales en una lejana aldea de la India. Tras el contundente éxito de crítica y taquilla alcanzado por la primera entrega, se aboca en la realización de un segundo film para la trilogía original que Lucas había planeado inicialmente. Sin embargo, decidiría que esta se trata de una precuela ya que no deseaba repetir una trama que tuviera nuevamente a los nazis como villanos. De esta forma, tras concebir varias líneas argumentativas que situaban al intrépido arquéologo en la lejana China descubriendo un valle oculto habitado por dinosaurios, o conociendo al legendario Rey Mono (Sun Wu-Kung), o incluso llevándolo a un castillo embrujado en la inhóspita Escocia, finalmente optaría por tomar la idea central, donde un grupo de sargentos del ejército británico enfrentan a un grupo de seguidores de un siniestro culto a la diosa Kali, durante la ocupación inglesa de la India.

    La escena inicial en el Club Obi Wan en Shanghái, el escape en el aeroplano del mafioso chino y la persecución de las vagonetas en los túneles de la mina. Fueron concebidas de tal forma que sirvieran como prólogo para esta cinta y lo llevaran a los principales escenarios del leitmotiv, la aldea ficticia de Maypore, el Palacio de Pankot, el Templo y las minas sucesivamente. Lo anterior no es más que el reflejo del cambio estructural en el desarrollo de la trama: mientras en la primera entrega el personaje protagónico y los secundarios estaban al servicio de un tópico interesante, como era la búsqueda del Arca de la Alianza y la amenaza nazi, en esta segunda entrega es el tópico el que queda al servicio del personaje protagónico, a la par que busca consolidar a Indiana Jones como ícono y mito cinematográfico no sólo del cine de aventuras sino mundial. De esta manera, si Lucas y Spielberg deseaban homenajear el cine de aventuras en la primera entrega de la futura saga sobre el arquéologo, en su segunda incursión inclinan ese homenaje hacia el de los antiguos seriales sabatinos, en donde el protagónico o héroe supera uno y otro escollo o situación escabrosa que va cultivando así su figura de héroe aventurero. De lo anterior se desprende la insistencia del guión de poner a Indiana Jones una y otra vez en apuros que no le resultan extraños al arquéologo y cultivan su estampa de macho alfa aventurero. Es más, si somos estrictamente críticos bien podríamos decir que para ello se aventuran en construir personajes co-protagónicos evidentemente al servicio de Jones.

    Así, que no es extraño, que tengamos a un niño chino huérfano que tiene en Jones la imagen de un padre aventurero sustituto y una compañera sentimental menos brillante que la carismática Marion Ravenwood, que de plano entra perdiendo la “lucha de los sexos” expuesta hipócritamente, en todo caso, en el primer film. Y es que si terminaba por ser la damisela en apuros a pesar de un prometedor inicio, el caso de Willie Scott es derechamente más crónico desde el inicio. En fin, esta tendencia a explotar más el personaje de Jones, de cualquier forma, resulta efectiva en el tira y afloja del personaje versus la trama, en especial por la eficacia y el ritmo que Spielberg nuevamente logra impregnarle al film, con la cantidad de escenas de acción bien pensadas y concebidas. El guión, como prácticamente todos los guiones que salen de Hollywood y en ello radica el por qué, está confeccionado sobre la base de estereotipos extranjeros racistas respecto de los personajes estadounidense. Así, no es extraño que en el film tengamos una ofensiva exposición de la gastronomía india y una inexacta demonización de la diosa Kali como dividad del inframundo.

    Las actuaciones son correctas, Harrison Ford terminaría por consolidarse como héroe de acción, aunque sin llegar a tener una de sus mejores performance como el intrépido arqueólogo. Ciertamente se le ve mucho más cómodo con su personaje, sin embargo no logra establecer una química realmente sólida con Kate Capshaw, futura esposa de Spielberg. La actriz, lamentablemente, termina retratada como la típica rubia tonta gritona y no es mucho lo que aporta a la trama, representando un personaje femenino hueco. El actor paquistaní Amrish Puri encarnó al sacerdote diabólico Mola Ram, líder de la secta de los estranguladores, resultando físicamente intimidante pero poco carismático como villano. El niño vietnamita Ke Huy Quan personificó a Wan Li, el niño huérfano rescatado por Jones después de haberle robado, y con quién tiene mucho más química que con Capshaw, a pesar de la polémica que se suscitó por las escenas en que Jones golpea al niño estando embrujado. Completan el reparto, el actor angloindio Roshan Seth que interpreta al primer ministro del marajá de Pankot y el actor chino Roy Chiao quién encarna al mafioso Lao Che.

    En definitiva, una película sólidamente entretenida y efectiva, en donde vemos mayor interés por esculpir la leyenda del que será uno de los grandes héroes de acción que ha dado Hollywood. Dotándose de acción, aventura y humor, que muestra talento ilimitado que nos lleva a un goce visual por escenarios recreados de manera artesanal y enriquecedores de algo más allá de eventualidades, sí descabelladas, pero sin ser gratuitas. Con personajes diametralmente opuestos y que al ir interactuando complementarán su encomienda. Existen obras que a diferencia de los productos, no cuentan con fecha de caducidad y ésta se convierte en el clásico para evadirte, añorar y difundir.
    Dorian D.
    Dorian D.

    2.407 usuarios 111 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 16 de noviembre de 2018
    La segunda película de la saga de "Indiana Jones" una película agradable con un principio muy bueno pero a partir de la mitad la película comienza a es chistosamente larga y llana tenía la impresión de que el guión hecho al último minuto.
    Johan600
    Johan600

    5.694 usuarios 580 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 23 de septiembre de 2021
    Indiana Jones y el templo maldito me ha gustado muchísimo Harrison Ford esta siempre espectacular
    cinecritico
    cinecritico

    48.348 usuarios 340 críticas Sigue sus publicaciones

    4,5
    Publicada el 14 de abril de 2018
    "indiana jones y el templo maldito no es tan buena como la anterior pero si igual de entretenida y divertida".
    Doge Gamer 2015
    Doge Gamer 2015

    9.806 usuarios 383 críticas Sigue sus publicaciones

    5,0
    Publicada el 13 de junio de 2020
    Una grandiosa aventura, llena de acción, diversión y emoción, totalmente recomendada para pasar un rato muy entretenido.
    Oskar C.
    Oskar C.

    113 usuarios 37 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 18 de marzo de 2014
    Decir tres palabras: años 80 aventura. Con sólo unir esas tres consignas nos viene a la mente un personaje. Es evidente, no puede ser otro que Indiana Jones. Lo siento por aquellos que pensabais que iba a decir el pato Howard ('Howard, un nuevo héroe' 1986). El revisar las fabulosas aventuras de este icono de la década más ingenua, viene a colación del escalofrío que recorre mi ser desde que se hizo oficial el anuncio por parte de Disney de la adquisición de los derechos sobre la saga del intrépido arqueólogo creado por George Lucas. No es escepticismo lo que me abruma, que va. Es el pánico más apabullante que se pueda imaginar en un cinéfilo. Disney tiene pensado dominar el planeta, eso es seguro. Pero debemos ser fuertes, tener la conciencia tranquila en cuanto a los regalos que nos dieron esos tres cracks en los ochenta. Harrison, Lucas y Spielberg configuraron una trilogía que jamás ningún ratón bienintencionado nos podrá arrebatar. Dicho esto, mientras me enjuago las lágrimas, sigamos en pos de la aventura.

    Una auténtica montaña rusa es lo que supone el visionado de la secuela (o precuela según se vea) de las extraordinarias aventuras del arqueólogo más famoso del cine (bueno, del cine y del resto de la historia, ya que no conozco a ningún otro tan famoso). Vertiginosa desde su comienzo, arranca con un número musical digno de los mejores fims de los años 40 ('Ziegfeld follies' 1946 ). Lo mezcla con una alocada pelea en un local nocturno donde nuestro aguerrido héroe deberá escapar con el diamante que ansia, una cantante que se ve envuelta en el lío mientras que la música sigue en crescendo. Ese ritmo, imprimirá al film durante toda su duración. Frenético donde los haya. No hay espacio para el descanso. La aventura es vivida en un alarde desmesurado de excelente cine con sabor a clásico.

    Empezar en lo más alto en cuanto a escenificar la acción puede ser peligroso, pues el público está atónito con un inicio tan espectacular. Pero Steven Spielberg tiene aprendida la lección, no deja que tomemos aliento. Cuando creemos que todo está en calma...hace que un avión se precipite al vacío con nuestros protagonistas. Les lanza contra una montaña, tratan de sobrevivir a aguas turbulentas en un salvaje río. ¡¡¡Y todo esto en los primeros 15 minutos!!! Lo mejor de ello es que lo plasma con un realismo, un buen hacer de director que sabe dónde colocar la cámara, a sus personajes, hacer vibrar la acción para que el desarrollo no pierda empuje, un espectacular despliegue de magia cinematográfica que sólo está en disposición de unos pocos.

    Los años 80 nos dejaron esta imperecedera muestra de cine de aventura. De evasión sin tapujos. Directa, entretenida e imaginativa. Con un protagonista al que le sobran presentaciones, queremos ver al héroe en acción. Acelerada del mismo modo que compacta. No le sobra ni un minuto. Envuelta en un tono oscuro, crepuscular. Era una época de transición tanto para Spielberg como para Lucas. Ambos se estaban divorciando. Eso se nota a la hora de trabajar, de reflejar en un film tus pensamientos. El guión, obra de Wiliam Huyck y Gloria Katz ('American Graffiti') debía ser más tenebroso, según petición de Lucas. Del mismo modo que ya hiciera con la saga de 'Star Wars' en su segunda entrega, deseaba que la secuela de Indiana Jones fuera más oscura en su fondo como en su contenido. Así fue. Niños raptados, usados como esclavos, torturas, trabajos forzados, banquetes donde se mezcla lo asqueroso con lo grotesco, sectas diabólicas que someten a pueblos, sacrificios humanos, posesiones...un cocktail que casi roza con elementos del cine de terror.

    Mezclado con el magnífico pulso narrativo al dirigir de Spielberg, la historia roza esos límites entre el asombro y la aventura; entre lo terrorífico y la diversión. Eran años locos, todo valía para sorprender al público, sin embargo, un icono como Indiana debía superarse a sí mismo. El trío Lucas-Spielberg-Ford lo consiguió, con creces. Sin ser tan enigmática como su predecesora, o tener un magnetismo y atractivo de cara al público como lo tuvo 'En busca del arca perdida', ésta entrega no deja de ser un estupendo ejemplo de cine de evasión en estado puro. Mantiene pegado a su butaca al espectador. Con una sencilla pero arrolladora historia, en la que el protagonista debe recuperar unas piedras de poder (las Sankara) de un pueblo hindú, que han sido robadas por una secta (los Thugge), disfrutamos de dos horas de diversión asegurada.

    El elenco que acompaña a Harrison Ford no hace añorar en ningún momento a la heroína, al amigo o al villano que viéramos en la primera entrega. Aquí, Kate Capshaw da un recital de "chica en apuros que tiene bemoles" muy eficiente. Del rodaje se llevó dos cosas, una genial película donde trabajó y un marido. Se casó con Spielberg Del mismo modo, el joven debutante Jonathan Ke Quan (Tapón) aporta el toque de humor que engrandece la aventura, también significó que un año más tarde trabajase en la inolvidable 'Los Goonies. El villano de turno (Mola Ran) está interpretado por Amhris Puri, que luce un repertorio de gestos malvados que achanta a cualquiera.

    Una extraordinaria (como casi siempre) banda sonora de John Williams acompaña las secuencias. Con toques humorísticos desde el inicio con la versión del tema "Anything goes" (Cole Porter, 1934) hasta pasajes tétricos como "Children in chains". Une luz con tinieblas de una manera magistral. Acorde con unos efectos especiales de Dennis Muren ('Terminator 2' o saga 'Star Wars') que le valieron el Oscar ese año. Un deleite lleno de frases ingeniosas, escenas míticas (la persecución en vagonetas, el ritual del sacrificio, el puente colgante...), guiños cinéfilos (el club nocturno). Un espectáculo que dignificó y encumbró aún más la leyenda del héroe por antonomasia: Indiana Jones. Pero la aventura...continuará.
    cine
    Un visitante
    1,0
    Publicada el 14 de junio de 2020
    Esto es una farsa y una mentira jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjdjdjdjdhddjdjdjdjdjdjsjjsjsjshshsjsjshsjsjsjsjsj
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