Persiguiendo a Amy

Tercer largometraje de Kevin Smith tras Clerks y Mallrats, Persiguiendo a Amy sigue la estela de sus dos anteriores obras en cuanto a los personajes –algunos se repiten- y el contexto juvenil en que se mueven. Sin embargo, impresiona la capacidad de Smith para construir una narración juvenil desde un punto de vista francamente maduro (al menos más maduro que el resto de sus películas) para hablar no solo sobre la sexualidad, sino sobre todo sobre los prejuicios y condicionantes sociales que, aun no pensando en algunos casos que están presentes, se acaban manifestando.Mediante unos diálogos casi impecables y una puesta en escena directa, Smith se acerca a sus personajes y crea una serie de conflictos que tiene, además, una resolución poco convencional. Una obra sobre la identidad personal y una mirada bastante crítica hacia una sociedad que se pretende moderna y es tan conservadora en el