Opiniones sobre El fuego fatuo

Louis Malle fue uno de los precursores de la Nouvelle Vague, siendo uno de los directores más influyentes de la nueva ola.
Todo lo logro gracias a su primer largometraje (Ascenseur pour l'échafaud), un obra maestra absoluta y para mí una de las mejores películas de la historia.
Cinco años más tarde y tras un par de películas después, Louis Malle vuelve a dirigir otro largometraje ambicioso con los mismos actores protagonistas que su primera cinta como lo son Maurice Ronet y Jeanne Moreau, (esta última se convierte esta vez en personaje secundario).
Es así como Malle vuelve a regalarnos otra obra maestra en mayúsculas, y aunque no fuera una película muy innovadora en el apartado técnico "Le Feu Follet" es una de las mejores películas ya no solo en la Nouvelle Vague, si no que también en la historia del cine francés.
El apartado artístico del film es alucinante, con una fotografía muy marcada y visualmente asombrosa, y como no debido al gusto musical de Malle con una banda sonora magnifica con la famosa pieza Gnossienne 1 de Erik Satie.
Aunque lo importante del film o lo que tiene más peso es de lo que Malle es capaz de hacer con una cámara, logrando capturar la complejidad humana a través de su difícil lucha interna y desenlace a la perfección como por lo menos yo nunca antes ha había visto en la historia del cine. Ya que la película nos habla de temas como el existencialismo, la alienación, el significado de la vida y como ya dije antes de la complejidad humana.
Y es que la película debido a como Louis Malle trata estos temas ha sido de las que me ha dejado una mayor impresión en mucho tiempo.
Me gustaría seguir hablando sobre su desenlace y sobre la propia película en sí, pero creo que estropearia toda la magia y melancolía que Malle recalca en esos 108 minutos. Aunque sólo me gustaría comentar que con esta película estamos problamente ante la mejor interpretación de Maurice Ronet en toda su carrera, es sencillamente impresionante como se desenvuelve en el papel de Alain Leroy dándonos una de las mejores actuaciones del movimiento.
La trama narra la historia de Alain Leroy (Maurice Ronet), un ex alcohólico francés que vive en Nueva York que tras cuatro meses en un centro de desintoxicación en Versalles logra acabar con su adicción. Aunque desde ese entonces la vida para el ya no es lo mismo, y no siente nada, ni la belleza, ni el amor ni la alegría. Por lo que Alain harto de esta situación decide suicidarse sin que su esposa en Nueva York ni nadie sepa nada.
Aunque antes Alain pasará un día entero en París, para visitar a antiguos amigos de la adolescencia y juventud o otros amigos del ejército.
Sin duda una obra maestra reflexiva sublime que te deja con una impresión chocante sobre su desenlace.