Crítica de SensaCine.com para Mi chica: La muerte y ser feliz

Poco después del boom de 'Solo en casa' Macaulay Culkin participaría en 'Mi chica', un buen ejemplo (y no demasiado frecuente) de un tipo de película sensible y bien realizada que, además, lo tiene todo para llegar al gran público. La historia gira alrededor de Veda (Anna Chlumsky), una niña de once años que perdió a su madre al nacer y tiene una extraña relación con la muerte pues su padre ha instalado una funeraria en la misma casa.

El filme se desarrolla durante el verano de 1972 y es un retrato familiar muy emocionante que incide en el carácter y las relaciones de sus distintos personajes. Está dirigido con discreción, ofrece una mirada tierna sobre sus personajes y sabe ser sentimental evitando caer en trampas facilonas o en excesos dramáticos. Además cuenta con grandes interpretaciones tanto de los dos niños protagonistas como de los adultos en papeles secundarios.

A favor: La dulzura de Culkin, el carácter de Veda.

En contra: No puedes olvidarte los pañuelos si vas a verla.