La propia escritora remitió su novela personalmente a Nick Willing, director del filme, pues Fotografiando hadas era una de sus películas favoritas.
El guion es de David Kane y se basa en la novela del mismo título escrita por Alice Hoffman en 2000. Otras novelas suyas han sido llevadas a la gran pantalla como Aquamarine o Prácticamente magia.
Al finalizar la película, el padre de Abel, Ernest, recuerda cómo el hermano de Abel le había abrazo el día del suicidio. Ernest comenta que le resultó extraño, ya que no era el estilo de Frank. Este diálogo se cogió directamente de una escena en la que Abel está hablando con su madre en vez de su padre.