Crítica de SensaCine.com para Blues Brothers 2000 (El ritmo continúa): A ritmo lento

El director John Landis ha ido construyendo una filmografía poco solvente (para que engañarnos) a pesar de las reivindicaciones que han surgido alrededor de su cine (sobre todo por aquello que ha realizado en la década de los 2000). Es cierto que tiene en su haber algunos títulos interesantes durante finales de los setenta y los ochenta, pero en general todo apunta hacia un cierto desastre. Una de sus películas más emblemáticas, 'Granujas a todo ritmo', experimentó una cierta puesta a punto durante la década de 1990 cuando se reditó la banda sonora y las canciones que esta contenía comenzaron a sonar constantemente (eran, por otro lado, hits de toda la vida...) algo que llevó a que casi veinte años después de su producción John Landis y Dan Aykroyd escribieran el guion de una segunda parte, esta vez sin poder contar con John Belushi, que había muerto y fue sustituido por John Goodman.

El resultado no es malo, es malísimo. La primera entrega tenía su gracia, su ritmo, su emoción, en definitiva, tenía algo de personalidad y poseía un cierto toque transgresor que añadía un plus de simpatía. En cambio, 'Blues Brothers 2000 (El ritmo continúa)' es sosa, repetitiva, algo cursi y francamente más conservadora que la anterior. Los números musicales nada tienen que ver con aquella, aunque son solventes gracias a sus intérpretes. En fin, como excusa no tiene mucho sentido, pero como película lo tiene aun menos.

A favor: La música, claro.

En contra: Las dos horas que dura y lo que cuenta (que no interesa nada).