Vidas privadas

Carmen Uranga tiene que regresar rápidamente a Buenos Aires porque su padre está muy enfermo y ha decidido que quiere repartir los todos los bienes familiares antes de morir. Ahora tiene 42 años y lleva viviendo en Europa casi 20, es una mujer fría y muy práctica que ha tratado de olvidar el recuerdo de su doloroso exilio. Su propósito es volver a Argentina, arreglar todos los papeles y retomar su vida en Europa.

Durante 15 días, Carmen convive con sus padres y su hermana en la casa familiar y al mismo tiempo, alquila un pequeño apartamento para realizar extraños rituales sexuales. El rito consiste en contratar a parejas para oír sus voces y los ruidos que hacen mientras mantienen relaciones sexuales. Pero la voz de Gustavo, un jovencito veinteañero despierta en ella un interés especial. Entre ellos surge una curiosa relación que cada vez va a más.