Ejecución inminente

Clint Eastwood condensa toda la tensión que ha ido construyendo narrativa y emocionalmente durante Ejecución inminente en la secuencia de la recta final en la que al condenado se le suministra la inyección letal. De pronto se produce una "excepcional" llamada telefónica que posibilita paralizar el proceso. Pero, sin embargo, ya es demasiado tarde y aunque no se haya aplicado toda la dosis intravenosa, el cuerpo ya no volverá a la vida. La dimensión trágica, injusta e irreversible de la pena de muerte en todo su esplendor, concentrada en el impotente gesto de la esposa que golpea con su puño el cristal que la separa del marido exánime. La velocidad con que golpea va ralentizándose, como si se fuera agotando, como si fuese al compás de la pérdida paulatina del último aliento del ser querido situado al otro lado de la ventana. Con Ejecución inminente Eastwood demostró su habilidad para...