Neurosis urbanas
por Bibi RamosA la realizadora belga Chantal Akerman esta comedia romántica con rostros célebres no le salió demasiado afinada, aunque bien es cierto que es interesante observar cómo en la tentativa más "comercial", y consciente, de toda su carrera logró mantener incólume su particular estilo cinematográfico: concentración en espacios, estudio de personajes, tomas largas...
Escribió el guión de Romance en Nueva York a cuatro manos con Jean-Louis Benoît. El intercambio de apartamentos que llevan a efecto los personajes de una bailarina y un psicóloco, interpretados respectivamente por Juliette Binoche y William Hurt, no logra sorprendernos ni no posee un desarrollo con excesivo gancho ni matices. Ella cambia París por Nueva York y él, viceversa. El interesante planteamiento que podría haber supuesto esa especie de invasión o suplantación de una vida ajena por unos días acaba cayendo en tópicos del género y lugares comunes poco estimulantes, además de previsibles. En cuanto a cuestiones de pisos, relaciones y espacios, algunas voces expertas recomiendan rastrear Le Déménagement (dentro de una serie de televisión llamada Monologues) que realizó Akerman en 1992.
A favor: Para fans acérrimos de Akerman y cierta frescura del conjunto.
En contra: Que nos deje sin más.