La miniserie se grabó en Colombia (Bogotá, Cartagena de Indias) durante nueve semanas y de ahí los actores se trasladaron a Cádiz, donde grabaron una espectacular batalla de piratas en Puerto Sherry, el puerto deportivo de Cádiz. El rodaje concluyó en Huelva, también en Andalucía.
Hicieron falta 360 trajes de época de España y trasladarlos en un barco a Colombia porque allí no existe ninguna producción de esa época. Incluso los caballos eran pequeños allí, por lo que había que conseguir los árabes, los que estamos acostumbrados a ver en las películas.
A Daniel Holguín casi le muerde un caimán, a Ferrán Villajosana por poco le tira su caballo por un barranco, a las chicas casi les da una lipotimia por ir con esos trajes de época en mitad de la selva, al director le faltó poco para que le mordiese una serpiente y a Álvaro Cervantes casi se les mete por los pies unas larvas.