En 2014, Netflix y Sony Pictures se asocian con Bloodline. El primer gran acuerdo de Netflix con un estudio de cine.
Sam Shepard y Sissy Spacek trabajaron juntos en la película Crímenes del corazón.
El bungalow 3 siempre fue el de los inconvenientes. En la primera temporada había problemas con el aire acondicionado. Y en la segunda, con la baja presión del agua.