La que se avecina: episodios de la temporada 2

Tras una más que sospechosa depresión de Javi, Amador se convierte en el nuevo presidente del complejo residencial y Maite, feliz con el nombramiento de su marido, debuta como 'primera dama' del edificio. Leo permanece al frente de la vicepresidencia del inmueble. La primera iniciativa que emprende el nuevo mandamás será la de despedir al conserje, al que no soporta.
Lola, orquestadora en la sombra de la falsa enfermedad de Javi, está ansiosa por disfrutar de su chico a tiempo completo, hasta que descubre que su marido desea tener hijos lo antes posible. Tal es su deseo de ser padre, que el ex-presidente pide a Amador y a Maite que le presten a sus hijos temporalmente.

Fran ha copiado en un exámen y la profesora quiere hablar con su padre, cuando lo hacen Enrique ejerce una fuerte atracción sobre la profesora que llegará a perdonar todos los pecados de su alumno a cambio de algunos 'favores'.
Por otro lado, Goya está harta de su marido y se quiere echar un amante. Joaquín quiere demostrar a su hermano que no es gay y casualmente se encuentra con Goya en el ascensor. Entre los dos surge una chispa y no se pueden contener. Lola y Javi han invitado a cenar a Sergio y Joaquín, que se queda helado cuando su nuevo ligue se presenta dispuesta a compartir la velada.

La ansiada inauguración del bar de Enrique es una realidad. Sin embargo, la celebración evidenciará los celos de los Recio, quienes impulsarán un maléfico plan que perseguirá la detención del propietario del local por tráfico de drogas.
Algunos pisos más arriba, Sergio cumple uno de sus mayores sueños: tener un inmenso Scalextric. Sin embargo le falta espacio para instalarlo, así que pide permiso a sus vecinos Javi y Lola para que le dejen ponerlo en el rellano. El ex-presidente de la comunidad encontrará en el juego una adicción que pondrá en peligro su relación de pareja.
Por si esto fuera poco, un cuenco tibetano desaparece misteriosamente de la casa de la parejita. Pronto Amador descubre que la autora del robo es su cleptómana mujer. El presidente decide matar dos pájaros de un tiro y, tras horas de intenso análisis, trama un plan: se descolgará por la fachada del edificio hasta llegar a casa de Goya, donde depositará el objeto del crimen para culpabilizar de esa manera a la propietaria del 2º B.

Tras implicarle en un asunto de drogas, algunos vecinos denuncian a Enrique para que no se le conceda la licencia del nuevo bar. Ante esta situación, el propietario intenta hacer valer su amistad con el concejal de Urbanismo. Mientras, Maxi ha tenido otra de sus ideas brillantes: transformar el 'garito' en un club de ambiente.
Los vecinos de Montepinar están a punto de conocer a dos nuevas inquilinas bien diferentes. Blanca, amiga de Raquel, se va a vivir con ella al piso alquilado de los Recio. Con lo que no cuentan es que Nines, una prima de la agente inmobiliaria, que llega repentinamente haciendo la convivencia extremadamente difícil y empeorando sustancialmente la relación con los caseros.

Blanca, compañera de piso de Raquel Villanueva y nueva vecina del 1ºA, decide organizar una iniciativa sin precedentes en 'Mirador de Montepinar': celebrar una sesión de tupper-sex en su piso a la que invitará a las vecinas del inmueble. Durante la reunión, Blanca muestra al colectivo mujeres de Montepinar nº7 una amplia oferta de productos especialmente diseñados para buscar el placer femenino. Tras la reunión comercial, Amador y Antonio Recio verán cómo estos productos eróticos amenazan seriamente sus respectivos matrimonios.
Por otro lado, Javi está algo estresado: su aniversario con Lola coincide con el cumpleaños de su madre. Además de la angustia de haber olvidado la fecha de celebración de ambos acontecimientos, el joven se agobia porque no sabe qué regalar a Lola y a Goya.

Enrique, como concejal de Juventud y Tiempo Libre del Ayuntamiento, deberá desalojar a las prostitutas del centro. Sin embargo, éstas se trasladarán hasta las puertas de su domicilio en señal de protesta. En medio de este clima de crispación, Maxi tendrá una idea que revolucionará la comunidad: transformar el bar de Enrique en un local de alterne.
Amador y su esposa deberán enfrentarse a una inesperada noticia: el despido fulminante de Maite. Además, este contratiempo se producirá en el peor momento, ya que deberán hacer frente al arreglo de una humedad en el 1º A y a la celebración por todo lo alto del cumpleaños de las pequeñas Carlota y Maite, a las que sorprenderán con un hermoso pony.

La relación entre Enrique y Fran se vuelve cada vez más tensa con motivo de los problemas domésticos que entraña la convivencia entre padre e hijo. El adolescente pide a su progenitor que una asistenta se haga cargo de las tareas del hogar y poco después, el concejal de Juventud y Tiempo Libre del Ayuntamiento contrata a Nines como empleada doméstica. La relación laboral entre la prima de Raquel y el propietario del Bajo B será sumamente complicada.
Por otra parte, la rivalidad entre Sergio y Joaquín se acrecienta debido al interés de ambos hermanos en Blanca. Dispuesta a hacer realidad una de sus fantasías sexuales, la nueva vecina les propone montar un trío.

Los Recio, por su parte, no soportan que la terraza del bar tenga tanta afluencia de público, por lo que idean un malvado plan: plagar el local de cucarachas y avisar a las autoridades sanitarias.
Por su parte, Goya decide contratar a Nines de asistenta para disponer de más tiempo libre con Vicente. Resentida con su vecina, Maite solicita también los servicios de la asistenta, lo que provoca que la maltrecha economía familiar empeore aún más.
Además, Lola y Sergio discuten hablando sobre la infidelidad masculina y llevan a cabo una apuesta: la joven afirma que Javi la adora y jamás le será infiel, mientras que Sergio opina lo contrario. Para comprobarlo, el novio de Lola es puesto a prueba a traición, utilizando a Blanca como cebo.

El local sigue clausurado, pero Maxi se las ha arreglado para alquilar el bar a un club de ambiente liberal. Animado por el conserje, que llega acompañado de Nines, Enrique acude a la fiesta con intención de curar su corazoncito. También se pasan por ahí los Recio, sin saber, claro está, hasta qué punto van a hacer nuevos amigos.
Entre tanta promiscuidad también hay tiempo para una boda. Raquel se esfuerza en buscar una pareja para su prima Nines, de quien desea librarse a toda costa. En esta ocasión, la víctima resulta ser Leo, el vicepresidente de la comunidad, a quien la indolente mujer ve como el hombre que le permitirá regresar a su anterior vida de esposa mantenida.

Enrique y Nines se culpan mutuamente de la apasionada noche que han compartido tras revelarse sus frustraciones sentimentales y beber alguna que otra copa. Además, ambos presumen de que es el otro quien está realmente enamorado.
Por otro lado, los vecinos del Mirador de Montepinar, aprovechando que están haciendo un reportaje sobre la vida del célebre actor Sergio Rivas, rivalizarán por ponerse ante las cámaras para conseguir sus minutos de gloria en la pequeña pantalla. Sin embargo, lo que ninguno de ellos espera es que, en una de las entrevistas, salga a la luz la infidelidad de Maite con Sergio.
Por último, Antonio Recio, convaleciente de una crisis de ansiedad, comenzará a acudir a clases de yoga por prescripción médica. En medio de esta situación, una feliz noticia llegará al 1º C: Álvaro, el hijo de los Recio, volverá de estudiar en Irlanda. Sin embargo, no vendrá sólo, ya que junto a él llegará Kevin, su pareja. Esta sorpresa obligará a Berta y a su marido a aceptar la homosexualidad de su hijo.

Amador, tras descubrir la infidelidad de su mujer, atravesará una crisis sentimental y económica que le hará abandonar el hogar conyugal y trasladarse a casa de Leo. Para poner fin a sus penurias económicas, el presidente de Mirador de Montepinar aceptará una suculenta oferta para instalar una antena de telefonía móvil a cambio de 60.000 euros, una cantidad que se acabará embolsando con la esperanza de que el resto de los vecinos no descubran la estafa.
Sin embargo, la revelación del fraude sembrará la discordia entre los demás residentes y despertará las ansias presidenciales de Enrique, quien iniciará una oposición agresiva contra Amador. Sin embargo, el concejal no será el único candidato, ya que cuando Antonio Recio descubra el escándalo de la antena, no dudará en sumarse a la carrera electoral.

Tras la apasionada noche entre Enrique y Nines, la asistenta sufre un retraso que activará las alarmas ante un posible embarazo. La vecina aprovechará las ventajas laborales que su supuesto embarazo le acarreará. Aunque la prueba de embarazo resulta negativa, la asistenta silenciará este hecho para vivir como una reina en casa de los Pastor. Los problemas surgirán cuando Enrique muestre su felicidad ante su futura paternidad.
La llegada de Antonio Recio a la presidencia de Mirador de Montepinar estará rodeada de polémica. Su rival, Enrique Pastor, intentará desgastarlo políticamente mandándole una carta falsa del Ayuntamiento en la que se prohibe a la comunidad llenar la piscina, una decisión que desatará la ira de los vecinos.

Antonio Recio prosigue su actividad como presidente de la Comunidad, pero su vida no es fácil: un atasco de aguas fecales, una huelga del conserje y el jardinero y una serie de mensajes anónimos y lascivos a su móvil personal pondrán en peligro su salud mental y su matrimonio.
Por otro lado, Leo echará de casa a Amador para empezar su convivencia con Patu. Amador, que no tendrá otro lugar en el que acogerse, decidirá volver a su casa, cuyas facturas sigue pagando. La guerra con Maite continuará e incluso se recrudecerá, más aún ahora que ambos comparten lecho y techo.

Continúan los problemas económicos de la comunidad. El conserje y el jardinero siguen en huelga por no cobrar, y encima hay una cuadrilla de albañiles reparando los desperfectos provocados por el fontanero loco del capítulo anterior. La necesidad económica es acuciante y un intento de derrama acaba en fracaso absoluto. Aprovechando que Goya y Vicente se van de crucero, a Antonio se le ocurre la idea de captar a unos turistas en al aeropuerto y hacer pasar el edificio por un hotel de lujo.
Maite, harta de la presencia de Amador en casa, le pide el divorcio, cosa que descoloca a éste. Asesorado por Javi y Lola, decide cambiar de táctica y mostrarse sensible, cariñoso, comprensivo y romántico. El problema es que aparece Suso, el ex novio traumatizado de Maite, al que dejó por estarse quedando calvo. Al hombre le ha ido muy bien en la vida y se convierte en una alternativa sentimental para Maite, sobre todo después de haberse injertado pelo. A Amador le resulta complicado mostrar su nueva actitud, sobre todo cuando Sergio se suma a la fiesta con un renovado interés por su hijo biológico. El motivo no es más que prepararse un papel de cine que le han ofrecido en el que su personaje se enfrenta a una situación casi idéntica a la de su vida real. Maite, a punto de dar a luz, pasa de no tener a nadie a encontrarse con tres hombres a su servicio.

Antonio llegará a un pacto de gobernabilidad con Enrique y le ofrece ser su futuro sucesor en el cargo de presidente. Su primera misión juntos les llevará a investigar el anómalo consumo de luz, descubriendo que Lola se gana la vida cultivando marihuana en su trastero. La convulsión inicial de los vecinos se tornará en interés cuando se enteren de los ingresos que dicha actividad genera.
Además, Sergio se irá a rodar una película a México y Joaquín se quedará de Rodríguez con serias advertencias de su hermano para que se porte bien. Eric le propondrá a Joaquín alquilar el piso para un anuncio y ganar un dinero de forma fácil y rápida. Sin embargo, los miembros del rodaje resultarán ser ladrones que les desvalijarán el piso.