Nacido en una pequeña aldea (250 habitantes) de los Pirineos Franceses, Jean-Claude Larrieu descubre a la edad de 17 años su pasión por las imágenes en movimiento cuando el mundo se revela ante él por medio del único aparato de televisión del pueblo. Al cumplir los 21 años, se marcha de su aldea y de su familia por primera vez en su vida. Por casualidad, descubre y aprende el oficio en los servicios de cine del ejército.

En 1968, ya en Paris, se dedica por completo a realizar documentales para la televisión, mientras que al mismo tiempo desarrolla su propio estilo fotográfico. Su trabajo es exhibido en varias exposiciones. Realiza dos documentales en 35mm de 26 minutos -uno sobre su pueblo natal y el otro sobre el fotógrafo Bernard Faucon. Por primera vez, en 1980 es director de fotografía en la película Le Crime d´Amour de Guy Gilles. Desde entonces se ha dedicado exclusivamente a la cinematografía.