Dejó su Oklahoma natal para ir a estudiar a Francia con una beca Fulbright. Allí descubrió su pasión por el montaje cuando vio La batalla de Argel. Regresó a Estados Unidos y se fue a vivir al sur de California, donde empezó montando anuncios para televisión. Su primer trabajo para la gran pantalla fue en la película con que debutó Alan Rudolph, Premonition.
Fue nominada a un Oscar, un BAFTA y al Premio del Sindicato de Montadores de América por su trabajo en E.T.: el extraterrestre. Ganó un Emmy por el telefilm "Martes con Morrie".