A nadie pareció importarle demasiado que el público para Sandra Bullock fuera, realmente, figuras recortadas que no podían ni siquiera moverse: más original que la IA, eso hay que decirlo.
Caos en la producción: el director de Miss Agente Especial (cuyo nombre no conocemos) decidió marcharse por diferencias creativas... ¡A solo siete semanas de empezar el rodaje! Donald Petrie tomó el control y lo cambió todo de inmediato: iba a ser una parodia de los concursos de belleza americanos, y decidió modificarlo todo para convertirlo en una comedia de acción seria: "La película que quiero hacer es Arma Letal, y Sandra, tú eres Mel Gibson. Eres durísima, disparas primero y preguntas después, eres la agente del FBI que dedica cada hueso femenino de su cuerpo a hacer este trabajo de hombres en un mundo de hombre". Y funcionó, vaya que si funcionó.
Bella y armada
Miss Agente Especial fue tal éxito que muchos se quisieron anotar el tanto. Entre ellos, sorprendentemente, Ellen DeGeneres, que afirmó que a uno de los guionistas se le ocurrió la idea al verla en tacones el año que co-presentó los Emmy. No se sabe que hay de realidad y de ficción en su historia, pero todo apunta a que se lo ha inventado, al menos en parte.
Tal y como Petrie se inventó, porque no le quedó otra, un público de pega para la gala de Miss Estados Unidos: en los planos del público es muy obvio que, tanto en el balcón como en la parte de atrás, en lugar de extras son... recortes de cartón. Es especialmente notorio cuando pretenden hacerlos pasar por hombres con pajarita (en la esquina superior derecha de la imagen). Para ver y no creer.
Eso no impidió que Miss Agente Epecial se convirtiera en un éxito inesperado, que acabó recaudando 212 millones de dóĺares frente a sus 45 de presupuesto. Por supuesto, esto llevó a una inevitable segunda parte, Miss Agente Especial 2, que costó lo mismo, pero tan solo hizo 101 millones de dólares. Y si alguna vez os habéis preguntando por qué no hemos visto nunca una tercera parte, esta cifra es la única culpable.