Gary Haase, el hombre de 70 años de Las Vegas que posee la colección más cara de cartas Pokémon: más de 10 millones de dólares
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

Desde Pikachu hasta Lugia en ediciones imposibles de conseguir: esta colección de cartas Pokémon cuesta un auténtico dineral

Tan solo ocho meses después de lanzar el primer videojuego de Pokémon en Japón, se lanzó la primera edición del juego de cartas, allá por 1996: hoy por hoy, un sobre sin abrir de aquella época cuesta un auténtico dineral. Las cartas Pokémon se han convertido, de hecho, en una de las maneras más lucrativas de capitalizar una afición, y miles de influencers y ricos alrededor del mundo abren sobres con la esperanza de que les toque una carta única, shiny o que se revalorice en el mercado. ¿Jugar? ¿Cómo que jugar? ¿Estás loco?

Nuestro mundo es diferente

Entre todos los coleccionistas de cartas Pokémon, hay uno que se considera un auténtico rey: Gary Haase, un hombre de 70 años que vive en Las Vegas y cuya colección alcanza los 10 millones de dólares. No en vano ha sido su obsesión desde 1998, cuando empezó a acumular cartas de manera obsesiva. Eso sí: Haase apenas vende sus cartas, porque no quiere hacer negocio con ellas. Bueno, hay excepciones.

Por ejemplo, la famosa venta a Logan Paul de un Charizard de primera edición en estado perfecto (PSA 10) por 150.000 dólares. Según afirma Haase, casi estaba llorando al tener que dar la carta, y aún lloraría más viendo, unos meses después, cómo otro Charizard igual que el suyo se vendía por 350.000 dólares: el mercado de cartas Pokémon sube y sube sin parar, y aún no ha tocado techo, si es que lo hará en algún momento.

Pero, a diferencia del resto de coleccionistas, Haase no quiere vender salvo que lo necesite o crea que sea bueno para el hobby. El mismísimo Justin Bieber le ha contactado para conseguir un Charizard, pero prefiere quedarse sus cartas (salvo excepciones como Steve Aoki) porque es un coleccionista, al fin y al cabo. El autoproclamado "Rey Pokémon" da conferencias, habla sobre cartas, ríe, se deja llevar. Y, ante todo, por mucho que tenga un emporio de 10 millones de dólares, no regala sus cartas ni los miles de de objetos de colección que tiene acumulados. Es un hobby al fin y al cabo, ¿no?

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